jueves, 20 de octubre de 2016

Castor: “especie exótica invasora”



Es primavera pero en Ushuaia amaneció nevando. Se supone que acá, en el Parque Nacional Tierra del Fuego, debería haber un bosque tupido de lengas de más de un siglo de vida. 
Pero en este lugar parece que alguien hubiera puesto una bomba: hay árboles que murieron de pie, hay árboles de los que sólo queda un tronco mutilado que llega a la rodilla y hay árboles ahogados en el agua quieta.

Foto Fernando de la Orden
"Los árboles talados de la noche anterior se esparcen sobre la tundra como lápices a los que les acaban de sacar punta. (...) Son ejemplares maduros de especies valiosas de la Patagonia: lengas, ñires y coihues. Otra tanda de troncos y ramas flota sobre el río y se interpone en el curso natural de las aguas formando diques que podrían haber sido construidos por un ingeniero civil." (Elguezábal)


Plaga de castores en Tierra del Fuego (Foto de Fernando de la Orden)
“El castor roe el árbol hasta que lo derriba, luego lo troza y lo usa para alimentarse y para construir su madriguera” (Schiavini)

El desmonte y las obras sobre el agua son labores que, en las zonas más australes de Chile y la Argentina, desarrolla desde hace seis décadas el castor, un animal simpático, inteligente y habilidoso que se procrea en la región. Se caracteriza por construir diques, creando estanques en los cursos de agua donde se aloja, lugar en el que construyen su casa y depósito de reserva alimenticia. Su dieta es a base de corteza y ramas de lenga, guindo y ñire. También consume vegetación arbustiva y herbácea. En cada una de estas colonias viven, entre padres e hijos, un promedio de 5 a 7 castores. Su mayor actividad es durante el otoño, época en la que realizan el acumuló de alimentos para el largo invierno que deben afrontar. Y fue introducido por el Ministerio de Marina en la zona noroeste del Lago Fagnano, en la cuenca del río Claro, en Tierra del Fuego.

“En 1946, trajeron 20 castores de Canadá con la idea de fomentar la industria de las pieles. Pero acá, los castores no se encontraron ni con osos ni con lobos, los depredadores que tenían allá, y empezaron a multiplicarse y a expandirse”, explica el biólogo Adrián Schiavini, investigador del Conicet y a cargo de la Estrategia Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras. 

Estos animales llegaron a la Argentina en avión: procedentes de la provincia de Alberta fueron trasladadas en un aparato de la Fuerza Aérea Argentina fletado especialmente. En aquella época se pensaba que la introducción de la especie podría ser un buen negocio por la cotización que tenían las pieles en el mercado internacional. Antaño no se tuvo en cuenta que los animales carecerían aquí de los predadores naturales que equilibran su población en el hemisferio Norte. El resultado es que se han reproducido como en ningún otro lugar en la Tierra. El intento por mantener a la población controlada fracasó porque se dispersaron siguiendo los cursos de agua y poblaron agresivamente la región.


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El descontrol fue tal que aquellos 20 castores hoy son, por lo menos, 100.000 y ya afectaron una superficie de bosque equivalente a dos veces la Ciudad de Buenos Aires. Por eso, fueron catalogados como “especie exótica invasora”: algo raro de escuchar para el turista que llega a una provincia en la que el “Cerro Castor” es uno de sus grandes atractivo turísticos.

Durante 35 años su caza estuvo prohibida. En ese tiempo los animales se reprodujeron, cambiaron el curso de los ríos, derribaron árboles centenarios e inundaron bosques. En 1994 detectaron que no sólo habían tomado todas las cuencas de la isla y las adyacentes, también cruzaron el Estrecho de Magallanes y alcanzaron la Península Brunswick, ya en territorio continental de Sudamérica. Hoy en Tierra del Fuego hay más castores que habitantes.


El control del castor en Tierra del Fuego: el castor canadiense es una plaga en Tierra del Fuego. Produce un impacto muy amplio sobre los bosques y otras especies del ecosistema Patagónico. Pablo Kunzle, guardaparque, nos habla de la difícil tarea para un amante de la naturaleza de tener que matar un animal


El castor cuando tumba cada árbol, lo troza y arma diques que cortan el flujo del agua, “por lo cual, lo que era un arroyo de montaña se convierte en una serie de embalses de agua quieta y muchos seres vivos que vivían ahí dejan de poder moverse”, comenta Schiavini. No es un arroyo o un río aislado: el 95% de las cuencas de la provincia ya fueron colonizadas. Hace ocho años se realizó un estudio para erradicar al castor de la Patagonia e impedir su avance al continente. Los investigadores concluyeron que la eliminación del roedor era urgente y prioritaria. Además de afectar la flora, sus diques cortan caminos, afectan a la ganadería y agricultura de la zona.

Erio Curto, Biólogo y Director de Áreas Protegidas de Tierra del Fuego habla de tiempos: “Puede cortar un árbol pequeño en horas y un árbol grande en días. Hablamos de árboles de 100, 150 años de vida”. Y a diferencia de lo que pasa en Canadá, donde los árboles vuelven a crecer, la lenga no rebrota. Acá, estos troncos delgados y grises, estáticos y con el agua al cuello, son los brazos en alto de los árboles que murieron ahogados cuando los castores alteraron la escena: voltearon árboles de ribera, provocaron el desborde de los arroyos, inundaron todo.



Pero los daños no se limitan a las lengas, los ñires y los guindos. Este verano destruyeron en semanas un puente de madera que habían hecho para llegar a un centro de esquí (y que había costado 50 mil pesos). “Puede cortar una pista de sky también porque se llevan los árboles e inundan el lugar. También las rutas. Para la mente del castor, un terraplén con una alcantarilla es un dique casi hecho. Tapan el agujero, eso se llena de agua y la ruta se inunda. Llevar una máquina y deshacer todo eso cuesta unos 30 mil pesos, y encima te vas y el castor lo hace de nuevo en 2 o 3 semanas”, dice Curto. También son una amenaza para el agua de consumo porque pueden tener enfermedades o parásitos que, cuando defecan u orinan, quedan en el agua.

Lo primero que quisieron hacer fue controlar la especie: que los vecinos los cazaran, vendieran las pieles y cobraran por cola. “Pero no funcionó porque lo hacían como un hobby o para tener ingresos extra. Y sólo cazaban cerca de los caminos, nadie se metía al bosque y caminaba tres días con el frío que hace acá”, dice Curto. Hasta que vieron que los castores ya habían salido de la isla y habían nadado hasta Punta Arenas. Entendieron que si no le ponían un punto final había un riesgo de que invadieran el continente, se desparramaran por la cordillera y llegaran, por lo menos, hasta Neuquén.

Lo que ahora empieza, entonces, es un programa piloto –coordinado por el ministerio de Ambiente de la Nación y la provincia de Tierra del Fuego– en ocho áreas específicas. ¿Qué buscan? Por primera vez, intentarán erradicarlos y restaurar después los ambientes afectados.

Esta semana comienza el “cásting”: entrenarán a varias personas hasta elegir a las 10 mejores que irán a buscarlos: gente de campo, guías de montaña acostumbrados a andar en el frío extremo, gente que se banque meterse en helicóptero en los bosques y quedarse varios días con temperaturas bajo cero, cazándolos y registrando todo, hasta que no quede ninguno. Chile hará lo mismo: es la primera vez que dos países van a trabajar juntos para frenar el avance de la invasión. El plan será implementado por la FAO, un organismo especializado de la ONU.

Irán con trampas –que les dan un golpe en la cabeza y aseguran una muerte rápida–, y será una tarea titánica: “Hay una o dos colonias de castores cada kilómetro de río. Esperamos tener buenos resultados en 10 o 15 años”, dice Schiavini. La idea es que en este embalse de árboles asfixiados vuelva a haber pasto y árboles naciendo. “Si este bosque vuelve a ser lo que era, yo no lo voy a ver: para eso faltarán otros 70, 80 años”, sigue. ¿Habrá que pensar en un nuevo nombre para el Cerro Castor, entonces? “No –cierra–. Si algún día alguien pregunta por qué el cerro se llama Castor querrá decir que hemos ganado la batalla”

Fuentes:
  • Sousa Dias, G (19-OCT-2016), Los castores del Sur están fuera de control y por primera vez buscarán erradicarlos, Clarín, disponible en http://www.clarin.com/sociedad/castores-Sur-primera-buscaran-erradicarlos_0_1671433005.html
  • Sousa Dias, G (19-OCT-2016), Los castores del Sur están fuera de control y por primera vez buscarán erradicarlos, [archivo de video], disponible en http://www.clarin.com/sociedad/castores-Sur-primera-buscaran-erradicarlos_3_1672062794.html
  • De Masi, V (15-jun-2015), En Tierra del Fuego el castor no tiene freno y ya amenaza a Bariloche, Clarín, disponible en http://www.clarin.com/sociedad/castor-plaga-avance-sin_freno-erradicacion-tierra_del_fuego-bariloche_0_1376262379.html
  • Elguezábal, S (Sf), Castores canadienses, Selecciones Reader´s Digest, disponible en https://ar.selecciones.com/contenido/a938_los-castores-canadienses-en-chile-y-argentina
  • Mamíferos de Tierra del Fuego, disponible en http://www2.medioambiente.gov.ar/sian/tfuego/fauna.htm 
  • Secretaría de Cultura para la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur Cultivando Fuegos (30-may-2015), La amenaza del castor, [archivo de video], disponible en https://www.youtube.com/watch?v=cfnBlTIBWdo
  • Miradas Curiosas (27-sep-2015), EL CONTROL DEL CASTOR EN TIERRA DEL FUEGO - Pablo Kunzle - Especie invasora en Patagonia, [archivo de video], disponible en https://www.youtube.com/watch?v=wfgbhZkbi2Y
  • Parques Nacionales de Argentina (27-oct-2014), Castor, especie exótica invasora, [archivo de video], disponible en https://www.youtube.com/watch?v=o3vgy58m62o 

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