jueves, 17 de diciembre de 2015

Reconstruyendo el rompecabezas de la fauna antártica (Cretácico Superior)


“En lo que respecta al desarrollo de la paleontología, y en particular en el conocimiento de la historia de la evolución de la Antártida, Argentina viene dando ‘puntadas con hilo’ y ocupa un lugar preponderante. Habla muy bien del desarrollo académico que tiene nuestro país y hay que sostenerlo” Novas (en Leone, 2015)


“Toda esta fauna que estamos agregando y empezando a dar a conocer forma parte de esa fauna sureña, llamada Weddeliana. Los autores de estos hallazgos somos argentinos y por eso estamos orgullosos” Novas (en Leone, 2015)


Investigadores del CONICET
reportaron el hallazgo de un dinosaurio y
un reptil marino del continente más austral.
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Hace 70 millones de años, en el período Cretácico, la Antártida no se parecía en nada a la gran masa de hielo que se conoce hoy en día. En aquel momento estaba parcialmente cubierta por mares poco profundos que no eran fríos como los actuales. Los continentes estaban mucho más cercanos entre sí y las aguas que cubrían el continente Antártico eran menos profundas y más cálidas, por lo que eran habitadas por invertebrados y reptiles como mosasaurios, plesiosaurios y tortugas.


Movimiento de las placas tectónicas:
las imágenes muestran el cambio desde el Período Pérmico de la Era Paleozoica, hasta hoy. 



"El ambiente terrestre esos tiempos estaría conformado por las selvas de Nothofagus, bajo un clima muy húmedo y templado a fresco-templado , condiciones libres de heladas y de alta precipitación. Anillos de crecimiento bien definidos dentro de muestras de madera fósiles recuperados muestran que el clima era marcadamente estacional." Rozadilla- Agnolin - Novas - Aranciaga Rolando - Motta- Lirio - Isasi (2015)



Mapa que muestra la localidad fosilífera y la columna estratigráfica del sitio. La localidad se indica con una silueta. Rozadilla- Agnolin - Novas - Aranciaga Rolando - Motta- Lirio - Isasi (2015)

Desde el año 1998 el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN, CONICET) y el Instituto Antártico Argentino (IAA) mantienen proyectos de cooperación para la búsqueda de restos fósiles de vertebrados en el noreste de la Península Antártica, más específicamente en las islas Vega y James Ross.

En ese marco, recientemente realizaron expediciones que estuvieron a cargo de Juan M. Lirio, geólogo del IAA familiarizado con las rocas que afloran en la región, y de Marcelo Isasi, profesional principal del CONICET en el MACN. En esos viajes hallaron distintos restos fósiles que luego Fernando Novas, investigador principal del CONICET en el MACN describió junto a su equipo.

Según Novas (en Leone, 2015)  “el grupo de trabajo ha tenido la fortuna de recorrer rocas del Período Cretácico, que es el último de los períodos en que se divide la Era Mesozoica, conocida como ‘la Edad de Oro de los Reptiles’ y descubrir restos fósiles de distintos grupos de vertebrados que habitaron el medio acuático -tortugas, mosasaurios y plesiosaurios- y el medio terrestre –dinosaurios y otros reptiles- y aves que sobrevolaban el continente y la superficie del mar, hace 70 a 80 millones de años atrás”.  El paleontólogo explica que hace 15 años se logró el hallazgo que fue la punta del iceberg, un cráneo de mosasaurio -reptil marino-. Esto permitió el descubrimiento de  toda una fauna de vertebrados propia de la región polar. Más recientemente hallaron fósiles de una tortuga, un plesiosaurio -reptil marino- y de un dinosaurio que cubren un lapso de diez millones de años.

En un equipo todos son importante y cada integrante aporta su colaboración desde su especialidad para lograr así el mejor  resultado. Lirio destaca el trabajo técnico en la Antártida realizado por Isasi, quien debió trabajar a contratiempo bajo la inclemencia del clima polar para recuperar las piezas muy fragmentadas.

“La nieve cubre la superficie donde uno camina observando los indicios fósiles. Dependemos del clima para la extracción y la prospección. Nos deja un helicóptero 50 días y hay que regular el trabajo. Además, los fósiles están muy fragmentados porque la nieve va quebrando las rocas y el permafrost que es la tierra de ahí que se congela y descongela generando fracturas en los huesos fósiles. Requerimos de una gran logística para que los materiales puedan ser extraídos y lleguen al laboratorio”, aclara Isasi (en Leone , 2015).

Una vez que los fósiles fueron traídos al MACN, Isasi y otros técnicos del taller de paleontología comenzaron a preparar los huesos craquelados, por las causas que antes explicadas . Posteriormente, Novas y su equipo  realizaron los estudios anatómicos y pudieron hacer a continuación la descripción científica de los ejemplares antárticos.

En esta última expedición descubrieron fragmentos de un reptil marino y de la pata de un nuevo dinosaurio. Los especialistas destacan que no es común encontrar reptiles terrestres en la Antártida dado que los sedimentos son marinos, y por eso les llamó la atención.

“Se llama Morrosaurus antarcticus porque se lo encontró en la península de El Morro en la Isla James Ross. Pertenece a un grupo de dinosaurios herbívoros ornitisquios – conocidos como los dinosaurios de cadera de ave- que era un grupo raro dentro de lo que era el supercontinente de Gondwana en el Cretácico, y no eran tan abundantes como los saurópodos, por ejemplo. Posee características anatómicas que se relacionan con dinosaurios de Patagonia que también pertenecen a este grupo. El miembro posterior nos muestra que eran animales esbeltos y adaptados a la carrera. Tendrían alrededor de 4 o 5 metros de largo” Rozadilla (en Leone, 2015), quien es investigador del MACN, miembro del equipo de Novas, y también el autor de la ilustración de este animal.

"Es un hallazgo importante que nos permite armar mejor el rompecabezas de la fauna de la Antártida cuando estaba unida a otros continentes como Oceanía y parcialmente al actual territorio de la Argentina. La Antártida empezó a tener grandes masas de hielo hace 40 millones de años"  Agnolín (en Clarín, 2015)

En este sentido los científicos explican que este hallazgo les permite inferir que había conexiones entre la fauna de Sudamérica, más particularmente de la Patagonia, con la del continente Antártico. Existían reportes de esta unión con la fauna marina y ahora hay más evidencias de que pasaba algo semejante con la fauna terrestre. Este nuevo ejemplar se parece al Talenkauen santacrucensis, un dinosaurio herbívoro que fue descubierto por el equipo de Novas en la provincia de Santa Cruz. Fue hallado en rocas del Cretácico Superior de una edad semejante, y es comparable al ejemplar de la Antártida.

Representación del árbol filogenético con las posibles interrelaciones de iguanodontian. Rozadilla- Agnolin - Novas - Aranciaga Rolando - Motta- Lirio - Isasi (2015)
"Morrosaurus constituye una adición importante al conocimiento de los ornitópodos de Gondwana, particularmente taxones de Antártida. Sin embargo, estos últimos siguen siendo muy mal conocidos y varios son registrados mediante esqueletos incompletos. Al respecto de esto, los análisis más detallados, así como hallazgos de nuevos ejemplares aumentará nuestro conocimiento de sus sistemática y distribución paleobiogeográfica" Rozadilla- Agnolin - Novas - Aranciaga Rolando - Motta- Lirio - Isasi (2015)

“Nos llamó la atención darnos cuenta de que una y otra vez en Antártida se descubren con restos fósiles de este linaje de dinosaurios herbívoros: ornitisquios ornitópodos. Eran de andar bípedo y se alimentaban probablemente de plantas comparables a las que hoy crecen en los Andes del sur. Antártida era un continente que estaba conectado parcialmente con la Patagonia y por lo tanto los animales y las plantas también se dispersaban por los dos continentes. Los dinosaurios no fueron la excepción e incluso hasta habrían llegado a Australia y Nueva Zelanda. Eran millones de kilómetros cuadrados, extensiones gigantescas en las que existían variaciones climáticas y geográficas, pero que a pesar de todo compartían una fauna y flora comparables”, agrega Novas (en Leone, 2015).

En la misma expedición se descubrieron otros restos pertenecientes a un plesiosaurio, un gran reptil depredador que habitaba los mares prehistóricos. Este hallazgo es muy importante porque es el primer espécimen de la familia Polycotylidae descubierto en la Antártida y nuevamente se muestra una conexión con la fauna patagónica, ya que en esta región se habían encontrado previamente un cráneo de esta familia de plesiosaurios.

"Encontramos los restos de la columna vertebral, la cadera y las patas de atrás. Es el primer hallazgo de ese tipo de plesiosaurio, que usaba el olfato cuando cazaba. Es una rareza, porque la mayoría de los plesiosaurios tienen cuellos largos, y el que descubrimos en la Antártida tiene cuello corto. Esta especie también desapareció en la misma época que los grandes dinosaurios" Agnolín (en Clarín, 2015)

“Los policotílidos no son los más abundantes. Tienen los isquiones -huesos de la pelvis- más robustos y en forma de ‘v’, eso nos permitió diferenciarlos del resto de los plesiosaurios. Tenían la cabeza pequeña y el rostro alargado con dientes filosos, por lo que creemos que se alimentaban enterrando el hocico en el barro para buscar invertebrados. Esto los diferenciaba de la mayoría de los plesiosaurios que se encuentran en la Antártida, que son de cuello más largo”, afirma Julia D’Angelo (en Leone, 2015), quien es investigadora del MACN.

En el marco del Plan Anual Antártico este verano unos 20 paleontólogos argentinos partirán nuevamente al continente Antártico en búsqueda de nuevos restos para desentramar la historia de la evolución de esa región y de Sudamérica.


Fuente:
Leone, Cecilia (2015), Reconstruyendo el rompecabezas de la fauna antártica, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, disponible en 
http://www.conicet.gov.ar/reconstruyendo-el-rompecabezas-de-la-fauna-antartica/

Rozadilla, S - Agnolin, F. L - Novas, F. E - Aranciaga Rolando, A. M - Motta M. J -  Lirio, J. M - Isasi, M. P (2015),  A new ornithopod (Dinosauria, Ornithischia) from the Upper Cretaceous of Antarctica and its palaeobiogeographical implications, disponible en
https://www.researchgate.net/publication/282294611_A_new_ornithopod_Dinosauria_Ornithischia_from_the_Upper_Cretaceous_of_Antarctica_and_its_palaeobiogeographical_implications 

también en http://ac.els-cdn.com/S0195667115300677/1-s2.0-S0195667115300677-main.pdf?_tid=1280e632-a590-11e5-8602-00000aacb361&acdnat=1450447571_fcc4e6e10b08d785c405683eea098bd8

Clarín (17-12-2015),  Hallan un dinosaurio que vivió en la Antártida cuando había bosques, disponible en
http://www.clarin.com/sociedad/dinosaurio-plesiosaurio-paleontologia-Antartida-ciencia_argentina-Conicet_0_1487251512.html

Para saber un poco más sobre





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